martes, 12 de marzo de 2013

Hablando de bolsillos y otras cosas.


-Tengo un yate, una casa en la playa y un castillo de caramelo.
-¿Y que más cosas tienes?
-Chocolate.
-¿Chocolate a montones?
-Eso creo.
-De esa forma, me enamoras.
-Igual hasta te endulzo.
-Pero no demasiado.
-Lo justo. Hasta que profundice en ese bolsillo.
-¿Y cuando profundices ese bolsillo, qué?
-Ya veremos qué me encuentro.
-Imagina que no encuentras gran cosa.
-¿Por qué estás tan segura?
-Ya sabes, eso de la negatividad lo llevo muy a rajatabla.
-¿No podrías hacer una excepción conmigo?
-Podría, pero prefiero llevarme después una alegría a una decepción.




Si sigo robándole tiempo al sueño, no llegaré al fondo de tu bolsillo.

1 comentario:

  1. Es una conversación preciosa. El trasfondo... Jo.
    Y, sinceramente, es mejor no ilusionarse porque es el único modo de no llevarte un chasco después. Pero eso no significa que tengamos que ser negativos.

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